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MENSTRUACIÓN Y DIABETES

31 Jan, 2016 / 0

Si bien el ciclo menstrual a las mujeres ya nos afecta por los cambios hormonales que se producen, si a esto añadimos la diabetes, tenemos un coctel explosivo, y no me refiero a los cambios de humor, no va por ahí la cosa, sino en cómo afectan estas hormonas a nuestra glucosa y como muchas veces se convierte en un verdadero estudio alquímico propio de la época de la Edad Media.

Las hormonas sexuales femeninas son dos, los estrógenos y la progesterona; en lo que respecta a la diabetes esto es algo de vital importancia entre las féminas, pues las hormonas que regulan el periodo menstrual también pueden influir en los niveles de glucosa sanguínea (por si no tuviéramos ya suficiente); ya sabemos que existen diferentes factores que afectan nuestros niveles de glucosa en sangre como el deporte, el estrés, alimentación etc…, pues a esto debemos añadir que las hormonas que regulan el periodo menstrual también pueden influir en la concentración de glucosa en sangre, eso sí, dependiendo de cada persona, en mayor o menor grado.

Este ciclo implica cambios hormonales que preparan al cuerpo de la mujer para la fecundación; todos estos cambios hormonales causan alteraciones que pueden desembocar en el aumento o disminución de las necesidades de insulina.

Suele ser habitual, en mujeres con diabetes, experimentar un aumento en la concentración de glucosa en sangre en la fase premenstrual, justo después de la ovulación, y por el contrario, una baja concentración de glucosa en sangre al inicio del periodo; de forma que éste será un factor que deberemos tener en cuenta a la hora de ajustar las dosis de insulina rápida a razón de las raciones de hidrato de carbono que consumamos (lo normal es que durante esas fases del periodo tengamos que variar los ratios), teniendo que hacer el cálculo del porcentaje de aumento o disminución de insulina rápida principalmente (en casos particulares puede requerir también el ajuste de la basal si los efectos hiperglucemiantes o hipoglucemiantes son exorbitantes), correspondiente a cada caso particular, con el objeto de evitar episodios de hipoglucemia o hiperglucemia durante las fases premenstrual y menstrual.

¿Cómo actúan estas hormonas en la concentración de glucosa en sangre?

  1. Progesterona: Provoca que a las células les resulte más difícil utilizar la insulina, de manera que, cuando aumenta la concentración de esta hormona (periodo premenstrual), puede dar lugar a situaciones hiperglucemiantes.
  1. Estrógenos: Generalmente hacen a las células más sensibles a la acción de la insulina, de forma que cuando estos aumentan (durante el periodo menstrual), pueden producirse situaciones hipoglucemiantes.

La producción de estas hormonas varia de unas mujeres a otras; produciéndose cambios más notorios (y por lo tanto influyendo en la concentración de glucosa en sangre por la mayor producción de las citadas hormonas) entre las mujeres con síndrome premenstrual, que se produce, entre las personas que lo padecen, aproximadamente una semana antes de la menstruación y se caracteriza por una serie de síntomas:

  • Cambios en el estado de ánimo.
  • Dolor en los senos.
  • Distensión abdominal.
  • Cansancio.
  • Deseos intensos por determinados alimentos.
  • Falta de concentración.

Para rizar el rizo, además estos cambios hormonales pueden provocar que experimentemos más hambre, y para colmo una especial necesidad de alimentos ricos en carbohidratos y grasas (no podía ser zanahorias no), lo que puede contribuir aún más a los cambios drásticos en los niveles de la glucosa en sangre; motivo por el que es recomendable no caer en la tentación, y saciar ese apetito recurriendo a alimentos con un bajo índice glucémico, si son hidratos de carbono mejor de absorción lenta y a poder ser con alto contenido en fibra para que nos produzca mayor sensación de saciedad (también queda la opción de poner un candado en la nevera como último recurso).

Es por ello, que para poder manejar con mayor precisión los niveles de glucosa sanguínea durante esta fase del mes, será necesario aumentar los controles de glucosa en sangre con el fin de calcular con precisión las dosis de insulina que requerimos cada una en este momento; pues ya he dicho muchas veces que esto es una auténtica labor de alquimia en la que muchas veces 2 y 2 no son 4, y cada uno tenemos unas necesidades diferentes, de ahí que sean fundamentales las mediciones de la glucosa en sangre en estas fases.

Texto.- Patricia González Alonso