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¿QUÉ ES LA DIABULIMIA?

5 Mar, 2016 / 0

Todos hemos oído hablar de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), seguro que muchos de nosotros conocemos a alguien que haya padecido alguna de sus categorías. Entre este tipo de trastornos los reconocidos por las clasificaciones oficiales se encuentran: Anorexia nerviosa, Bulimia Nerviosa, Trastorno por Atracón y Trastornos de Conducta Alimentaria no especificados que cumplen con todos los criterios para ser considerado un Trastorno de la Conducta Alimentaria Específico.

 

Pues bien, dentro de este último grupo podríamos incluir la Diabulimia, muchos os preguntaréis ¿Qué es la Diabulimina, en qué consiste…? Lo primero aclarar que este tipo de Trastorno de la Conducta Alimentaria sólo se puede producir en los pacientes con diabetes tipo 1; es decir es el fruto de la combinación de un Trastorno de la Conducta Alimentaria y la Diabetes tipo 1 (insulinodependiente), cuestiones ambas que ya por separado son lo suficientemente peligrosas (en el caso de la diabetes sólo si está mal controlada), pues imaginemos como puede ser la combinación de ambas.

 

Como decíamos este TCA sólo puede darse entre personas insulinodependientes, quienes con el objeto de adelgazar (de forma absolutamente insalubre y peligrosa, queremos dejar esto bien claro) reducen o incluso omiten las dosis de insulina que les corresponde según su tratamiento para mantener un correcto control glucémico; lo que puede conllevar consecuencias irreparables en la salud del paciente con diabetes.

 

Muchas veces el detonante de este trastorno se da con el debut en la diabetes, pues en ese momento en el que nuestro cuerpo comienza a avisarnos de que algo está fallando en nuestro sistema, bajamos muchísimo de peso (muchos lo recordaréis en vuestro debut que sin saber cómo estabais todo el día bebiendo agua, orinando, comiendo un montón y aun así adelgazando muchísimo), pero esto es una consecuencia directa de que nuestro páncreas no esté produciendo insulina, de forma que no se pueden trasladar los nutrientes que necesitamos hasta las células, y se eliminan por la orina (de ahí ese incremento de las micciones y la necesidad de beber agua antes del debut).

 

Una vez que se diagnostica la Diabetes tipo 1 insulinodependiente, y se establece el tratamiento con insulina, volvemos a recuperar ese peso que hemos perdido por una contingencia anormal; y eso es lo que puede ser el detonante de un TCA en aquéllas personas que por cualquier razón puedan ser propensas a sufrir este tipo de trastornos.

 

El TCA también puede ser un antecedente al diagnóstico de la diabetes, y con el debut ese Trastorno adopta la forma de Diabulimia, porque los pacientes descubren que hay otra forma de adelgazar.

El que sufre un TCA comienza de forma paulatina, hasta que el hecho de bajar de peso se convierte en una obsesión y su voluntad está encaminada siempre en ese sentido; esto es una cuestión previa que queremos que se entienda para poder comprender la Diabulimia, que tiene más que ver con un trastorno provocado por la obsesión de bajar de peso que por un descontrol de la diabetes en sí.

 

Quien padece Diabulimia reduce o elimina por completo las dosis de insulina en su tratamiento, con el único propósito de bajar de peso; es decir, dado que  la insulina, tal y como ya hemos hemos comentado en otros artículos, es la encargada de transportar la glucosa sanguínea a nuestras células para que estas se nutran, si no tenemos suficiente insulina o nada (pues nuestro páncreas no la produce), esa glucosa no llega a las células y se queda en el torrente sanguíneo, y nuestro cuerpo la elimina por la orina, lo que produce que adelgacemos.

 

¿Qué ocurre?, que esta situación para un paciente diabético insulinodependiente es totalmente insostenible, y si ya de por si los Trastornos en la Conducta Alimentaria conllevan una serie de consecuencias terriblemente negativas, si a esto añadimos la restricción de insulina en una persona insulinodependiente, los efectos pueden ser terribles, pudiendo llegar a incrementarse hasta tres veces las complicaciones asociadas a la diabetes no controlada, tal y como determinan algunos expertos (infecciones, retinopatía diabética, daños renales, neuropatía diabética, pie diabético, entre otras).

 

En las personas que padecen Diabulimia intervienen, por lo tanto, los factores propios de un Trastorno de la Conducta Alimentaria, como pueden ser la realización de ejercicio físico de forma obsesiva, dejar de comer, atracones y posteriores vómitos etc…y a su vez manipulan las dosis de insulina que necesitan, bien reduciéndola en exceso y en algunos casos llegando a eliminarla de su tratamiento, con el objeto de producir unas glucosas elevadas en sangre y su eliminación por la orina; es por ello, que además del descontrol glucémico que todo esto conlleva, debemos añadir los efectos propios de un TCA como pueden ser la falta de menstruación, problemas de piel, problemas gástricos, problemas dentales, pérdida de cabello etc…Es más el riesgo de mortalidad se triplica, reduciéndose significativamente la esperanza de vida hasta los 45 años si esta situación persiste.

¿Cómo puede detectarse la Diabulimia? Es complicado, porque en algunas ocasiones las personas que la padecen no muestran las conductas típicas de un TCA como la reducción de alimento, ejercicio obsesivo o vómitos, pudiendo pasar inadvertida simplemente porque manipulan las dosis de insulina; además debemos tener en cuenta que en este tipo de Trastornos, el que lo sufre para nada es consciente de que lo padece, y las personas de su alrededor pueden malinterpretar los síntomas como una diabetes mal controlada; por eso es tan importante conocer las señales que presenta este tipo de TCA para actuar a tiempo. Algunas de las señales que nos dicen los expertos que debemos tener en cuenta:

 

  1. Hemoglobina Glicosilada permanentemente alta (valores anormalmente altos).

 

  1. Episodios de cetoacidosis. Esto ocurre con más frecuencia en los pacientes que manipulan ambas insulinas, tanto la rápida como la basal, es menos concurrente en aquéllos que siguen administrándose la basal según les corresponda.

 

  1. Ausencia de controles de glucosa capilar o manipulación de los mismos: En la consulta del endocrino, cuando toca revisión, suelen utilizar de forma frecuente la excusa de haber olvidado el medidor, o bien llevan glucemias anotadas en libretas que no se corresponden con las reales o incluso manipulan las tiras reactivas para que aparezcan valores inferiores.

 

  1. Falta de menstruación o que ésta sea irregular en el caso de las mujeres.

 

  1. Fluctuaciones de peso en breves periodos de tiempo.

 

  1. Una excesiva preocupación por su peso e insatisfacción por su imagen corporal: Una señal frecuente es que suelen pesarse varias veces al día de forma obsesiva controlando al milímetro las variaciones que pudieran darse.

 

  1. Pautas de alimentación irregulares: Restringir alimentos, saltarse comidas, atracones y vómitos posteriores…El objetivo que buscan las personas que padecen Diabulimia es la pérdida de peso, pero lo cierto es que si a priori se produce una evidente reducción de peso, el hecho de mantener una alimentación irregular ralentizará el metabolismo y es complicado que esa pérdida de peso se mantenga en el tiempo.

 

  1. Desasosiego por el hecho de tener que inyectarse insulina delante de otras personas.

 

  1. Comer a escondidas: Ya hemos comentado que al reducir la insulina o eliminarla, la glucosa no llega a nuestras células, esta situación produce hambre pues nuestro cuerpo no se está nutriendo, haciendo que coman a escondidas en aquéllos momentos en los que no se sienten capaces de controlar su hambre.

 

  1. No son conscientes del problema y no suelen ser constantes en las citas con su endocrino.

 

  1. Ingresos hospitalarios, tanto por hipoglucemias como por hiperglucemias.

 

  1. Depresión, ansiedad, cambios de humor y/o fatiga.

 

El psicólogo Javier Hurtado indica que los que padecen esta enfermedad “son habitualmente conscientes de los riesgos que conlleva. Suelen ser muy inteligentes pero esa conciencia se nubla con los objetivos e intenciones ilógicos que potencian su comportamiento y son los responsables de su conducta. Es decir, aunque lo saben en el fondo, gana la idea de conseguir su objetivo: perder peso, y llegan a ese punto en el que no les importa hacer lo que sea para conseguirlo, incluso poner en riesgo su vida”.

 

El perfil de la persona que padece Diabulimia, es el de principalmente mujeres, pero también empieza a verse en hombres aunque de un modo menos frecuente; suelen ser personas con varios años de evolución de diabetes, que debutaron a una edad temprana. Suelen ser jóvenes inteligentes, persistentes, con buenos resultados académicos pero con una baja autoestima, muy perfeccionistas, manifiestan una gran preocupación por su imagen  corporal, suelen presentar situaciones de depresión… A veces también puede jugar un papel fundamental el entorno familiar si existe una falta de afecto, sobreprotección, un alto nivel de exigencia etc…

Muchas veces puede resultar complicado detectar este Trastorno, incluso llegando a un ingreso hospitalario en numerosas ocasiones lo relacionan con una diabetes mal controlada y no lo tratan como un Trastorno de la Conducta Alimentaria, de forma que el problema persiste; de ahí la importancia de prestar atención a la presencia de los síntomas antes señalados y así poder actuar de inmediato bajo la correcta supervisión profesional.

 

Una vez diagnosticado este Trastorno, dado que a la vez se trata de un paciente con diabetes, lo que los expertos recomiendan es un tratamiento bajo la supervisión de un  equipo multidisciplinar compuesto por endocrino, psiquiatra, psicólogo y educador diabetológico que por supuesto estén especializados en TCA. El trabajo de estos expertos se centrará en dos factores principalmente en el seguimiento que hagan del paciente: control de la glucemia y peso saludable en correlación con el índice de masa corporal. Es importante que el paciente se sienta cómodo con el profesional que le vaya a tratar, es algo fundamental en este tipo de Trastornos, pues requiere de una especial confianza en la que el paciente se sienta seguro y no se sienta juzgado o acusado.

 

En cuanto a los que rodean a la persona que padece Diabulimia, o cualquier otro tipo de TCA, es conveniente recordarles algo que es fundamental para estos casos y es la comprensión y la paciencia, no presionar a quien lo sufre asustándole con las complicaciones que pueden sobrevenir si mantiene esa actitud, no juzgarle, es importante mostrar confianza en ellas y sobretodo que vean que cuentan con nuestra ayuda, implicarse en su tratamiento una vez diagnosticada la Diabulimia, pero poco a poco en la medida que la persona que lo padece lo vaya permitiendo, que se sienta apoyada y querida pues son personas que principalmente sufren de una falta de autoestima y muchas veces no se sienten queridas, así que eso es lo que hay que trabajar. Es importantísimo no presionarles, y según vayan alcanzando pequeñas metas a través del tratamiento transmitirles nuestro orgullo y admiración ante lo que han conseguido.

 

Texto.- Patricia González Alonso