22 May, 2017 / 0
El Colegio Rosario Moreno de Málaga ha organizado el pasado 19 de mayo una carrera benéfica a favor de la ardua tarea de erradicar el hambre de los niños de Etiopía. La desinteresada labor de los profesores del citado centro educativo hizo posible la celebración de un evento en el Parque del Oeste, en el que el deporte y la solidaridad se dieron la mano.
El sistema de recaudación se basaba en la aportación de un euro por parte de los patrocinadores de la carrera por cada vuelta que iban completando cada miembro del alumnado que se congregó en el parque malagueño. Cada paso por meta representaba un kilómetro, y por tanto, un euro destinado a la mencionada causa.
Miguel Romero, de 12 años y de reciente incorporación en el equipo, acudía con ilusión, con el resto de sus compañeros, al evento: impaciente, y con muchas ganas de ayudar en la propuesta solidaria. Contaba por su puesto para ello con el apoyo incondicional de Elena, su madre. Además, su tutora María del Mar, lejos de falsos mitos a cerca de la diabetes y su relación con el deporte, lo animó a participar con el mismo ahínco que el resto de sus compañeros de sexto de primaria.
Con lo que no contaba Miguel era con la presencia de Roberto Jurado (Robex), uno de nuestros deportistas más activos en la Asociación Española para el Deporte con Diabetes. Al enterarse de la incorporación de nuestro joven atleta en el equipo, su paisano no dudó en acercarse para animarlo en un día importante. Un gesto que demuestra el espíritu de colectividad que nos caracteriza. Inspiradora bandera del Team One en mano, Robex se dirigió al Parque Oeste con Kike y otros miembros de Adima (Asociación de Diabetes de Málaga) entre los que se encontraban la presidenta, Sandra Martín, acompañada de su hijo mayor. Como desprenden las fotos que nos hizo llegar a Team One, viveron juntos un agradable momento deportivo alentado por nuestro reciente finisher de los 101 de Ronda.
Miguel consiguió dar nada más y nada menos que seis vueltas al circuito. Un despliegue de convencimiento, solidaridad, esfuerzo, sacrificio y control motivado por la predisposición de nuestro deportista por ayudar a los niños de Etiopía. Un orgullo para todos los presentes: personal docente, amistades, y compañeros de Team One al recibir la noticia.
Sin duda, una mañana de encuentros y apoyos por diferentes causas que configuraron un escenario de valores enriquecedores para los chicos y chicas del Colegio Rosario Moreno. Escenario en el que, más allá de percibirlo como espectadores, se convirtieron en agentes activos para su propio aprendizaje al otro lado de las paredes del aula. Y Miguel, cómo no, viviendo la misma lucha y sintiendo esos mismos colores de la mejor manera que puede hacerse: compartiendo los de su colegio y su equipo.
Por Moisés Ávila